Una ruta de negocios que propicia la combinación de alternativas: ecoturismo, aventura y observación.
Actualmente, un terreno, que antes era visto exclusivamente como un territorio para cazar, se ha tornado un espacio en donde pueden practicarse diferentes tipos de turismo ecológico: desde la observación del ecosistema, la geológica y de fósiles, hasta el safari fotográfico de la fauna y la flora en su entorno natural.
Al conjunto de estas actividades se le llama turismo cinegético. Además de ofrecer la práctica de deportes y esparcimiento, propicia la sustentabilidad de la vida silvestre pues apoya la conservación del medio ambiente en donde se desempeñan estas acciones.
El turismo cinegético y el ecoturismo abren oportunidades de negocio en el nicho de servicios logísticos y turísticos, además de contribuir al desarrollo regional, especialmente en el área rural.
Asi que como nos han dicho muchos maestros, hay mucho shoteles ya, hay muchas agencias, hay restaurantes, hay de todo lo que conocemos y soñamos con estar, pero de esto apenas se empieza a implementar, porque no seguir, suena bien.
Las ramas en donde se abre oportunidades en este negocio son las siguientes:
a. Desarrollar circuitos ecoturísticos, con lo cual se podrá beneficiar a comunidades aisladas.
b. Ampliar la oferta de productos mixtos, es decir, oferta de actividades combinadas. Por ejemplo, un paquete de observación de animales, hacer caminatas, cabalgar, visitas a pinturas rupestres.
c. Involucrar a las comunidades locales como operadores ecoturísticos.
d. Ampliar la oferta de productos dirigidos a visitantes extranjeros.
e. En todas las ramas anteriores se harán necesario guías, transporte, hoteles o posadas y servicios de alimentación, ropa y otros.